La obesidad, un enemigo a combatir
La obesidad es una de las mayores epidemias del siglo XXI provocando en todo el mundo más de 2.8 millones de fallecimientos al año por causas derivadas de esta patología. No empezamos hablar de obesidad o sobrepeso cuando hemos cogido unos kilos de más o hemos subido una talla de ropa, sólo cuando el índice de grasa es mayor a 25% en mujeres y un 30% en hombres del total de su peso corporal.
Riesgos obesidad
* Diabetes tipo 2
* Apnea del sueño
* Transtornos digestivos
* Artrosis
* Cardiopatias
* Problemas ginecológico y sexuales
* Mayor probabilidad de desarrollar algunos tipos de cáncer.
Evitemos pensar que hay que mantener una figura delgada, ni entrar dentro de los cánones de belleza que los medios de comunicación y redes sociales nos imponen, sino mantener nuestros porcentajes de grasa en unos valores adecuados gracias a los siguientes hábitos de vida saludables:
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Vigila la báscula.
Un adulto gana alrededor de 0.4 y 1 kg de peso al año. Detectar este aumento nos hará ponerle freno de una forma más consciente.
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Lee las etiquetas
Conocer los valores nutricionales de los alimentos que comes te servirá para conocer la cantidad de grasas, azúcares, proteínas y demás nutrientes. Estar informado te permitirá realizar modificaciones en tu alimentación.
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Aléjate del sillón
Súbe las escaleras, apúntante al gimnasio, da un paseo diario con el perro, acude al trabajo en bicicleta, cualquier cosa menos pasar horas y horas de forma sedentaria en el sillón.
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Para beber, agua
Olvídate del alcohol y los refrescos a la hora de beber, aumentarás el total de calorías ingeridas sin ningún aporte nutricional
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Come verde
Aumenta el consumo de fruta, verdura, frutos secos, semillas… Todo tu organismo te lo agradecerá por su gran aporte de fibra, vitaminas, minerales y escasas calorías.
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Los alimentos ultraprocesados, al mínimo
¿Como resistirse a una hamburguesa, un helado o una pizza de vez en cuando? No hace falta, si se hace de forma esporádica, nunca dentro de nuestra dieta diaria. Los alimentos superprocesados suelen contener grandes dosis de conservantes, azúcares, colorantes, edulcorantes, potenciadores del sabor además de numerosas calorías. Nada recomendable para tu salud.
Sin duda, son los sencillos gestos diarios los que nos permitirá prevenir antes que curar.